Son muchos los recuerdos que nos unen a este hermoso pueblo. Cada esquina nos trae a la memoria las risas e ilusiones de una de las épocas más bonitas…nuestra infancia.
Las tardes de verano se hacen muy especiales en Torres del Río, sus callejas, sus gentes, sus casas y como no sus visitantes (peregrinos que recorren el Camino de Santiago)hacen de lo más ameno pasear o simplemente observar.